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Capilla Adoración Perpetua Valencia

El domingo 16 de septiembre de 2012 comenzó la andadura de la primera capilla de Adoración Eucarística Perpetua de la Diócesis de Valencia, sita en la Capilla de la Comunión de la parroquia de San Martín de la capital valenciana, tras la celebración de una misa solemne que presidió el Arzobispo D. Carlos Osoro en la catedral de Valencia a las 20 horas.

En el transcurso de la misa, después de la comunión, se desarrolló un recorrido procesional con el Santísimo Sacramento bajo palio hacia la Iglesia de San Martín, ubicada en la calle San Vicente Mártir, donde finalizó la eucaristía y quedó expuesto en su capilla para su adoración perpetua. El primer turno dio comienzo a las 22 horas de ese mismo día y se ha mantenido de forma ininterrumpida en turnos de mañana, tarde, noche y madrugada hasta la actualidad.

A la entrada de la Iglesia de San Martín, todos los fieles ofrecieron una gran ovación. Tras bendecir con el Santísimo, el prelado se dirigió a la capilla de la comunión de la iglesia de San Martín, en donde se entronizó, dando comienzo la Adoración Eucarística Perpetua.

“Queremos mostrar públicamente que deseamos caminar en presencia del Señor, en su presencia real, manifestada en el misterio de la Eucaristía”.

“La Eucaristía hace y construye la Iglesia y ante ella nos convertimos en buscadores y dadores de la Verdad”

Fragmentos de la homilía de Mons. D. Carlos Osoro

En el comienzo habían alrededor de 700 fieles comprometidos a acompañar al Santísimo Sacramento durante una hora a la semana.

Durante la misa que presidió el arzobispo de Valencia, concelebrada con cuarenta sacerdotes de la Diócesis, el prelado calificó como “día histórico” para la Diócesis la inauguración de la capilla y se mostró convencido de que en un futuro de abrirán más capillas dentro de la Diócesis.

En su Carta Pastoral publicada el 14 de septiembre de 2012 “Nuestra archidiócesis, 24 horas en presencia de Jesucristo” destacó que:

“La revolución más profunda de la historia se experimenta precisamente en torno a la Eucaristía. Ella nos libra de todo abatimiento o desconsuelo, nos levanta siempre para reanudar el camino con la fuerza que nos da en Jesucristo. Hemos creído en el Amor, el que se nos revela en Jesucristo. Esta es la esencia del cristianismo. Participar, adorar y contemplar la Eucaristía nos hace encontrarnos con Jesucristo, tener los mismos sentimientos de Cristo, crecer en su Amor, vivir cada día mejor la identidad cristiana, trabajar por transformar este mundo con el amor, la gracia y la fuerza de Cristo. Da algo de tu tiempo sólo a Jesucristo. Y ten la seguridad que Él cambia el corazón del ser humano y la dirección de la historia”